Adaptarse a un nuevo entorno es un proceso que puede tardar mucho o poco tiempo dependiendo de las experiencias previas y del tipo de vínculo que tengamos con las figuras representativas primarias, en este caso mamá y papá, ya que de ellos es de quienes aprendemos inicialmente como tramitar y resolver las emociones primarias de miedo y asombro, incluso el proceso de adaptación a veces es más complejo para los adultos que para los mismos niños.
El colegio juega un papel muy importante a la hora de disponer estrategias acertadas para que el tránsito por ese proceso de adaptación sea mucho más tranquilo para el niño y para su familia, aquí nombraremos el top 5 de las principales acciones que debemos tener en cuenta siempre:
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Reconocimiento inicial del lugar
Que el niño y la familia sepan que el lugar es seguro, cómo es la infraestructura donde va a pasar la jornada y quien estará a cargo en caso de situaciones emergentes es muy importante para crear atmosferas de tranquilidad.
Flexibilizar el horario de acuerdo a las necesidades
Es una condición muy importante sobre todo para chicos neurodiversos y con dificultades para adaptarse a los cambios, no es adecuado imponer jornadas extensas ya que puede ser contraproducente para el proceso.
Crear cercanía con los profesionales que acompañaran el proceso
Da la tranquilidad a la familia de que el lugar es cálido y le permitirá al niño asociar el lugar con un espacio seguro en términos emocionales.
La comunicación con la familia
Durante el proceso es de vital importancia para que en casa los adultos estén tranquilos y puedan trasmitir esa emoción a los niños.
Ir al ritmo del niño y la familia
Siempre será la mejor opción, para ser respetuosos del proceso individual y reconocer las necesidades de cada uno.
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Recuerden que, como dice el proverbio holandés: “No puede impedirse el viento. Pero pueden construirse molinos” que hagan más llevadera la brisa.