Definir el amor implica, entre otras cosas, darle un contexto histórico, sobretodo porque, aunque es un sentimiento que moviliza a los seres humanos a perversidades y grandezas; está sesgado por el ciclo vital de acuerdo con el argumento desde donde se intente entender, por las historias y las experiencias vividas que cada uno haya construido en torno a él.
En el colegio Alcaravanes tomamos como excusa el sentimiento del amor durante el mes de febrero para el trabajo de promoción, prevención y sexualidad, porque ese sentimiento esconde en sus formas, en las palabras con que se escribe y en las relaciones que se establecen, un poco de cada cosa y da sabor o roba el aliento cada vez que lo necesita.
Platón nombra en el Banquete que el amor está enmarcado por la búsqueda de ese otro que completa tu existencia; cuentan otras historias que hay un hilo rojo que nos une de manera permanente e invisible, aunque no lo sepamos, a otro ser que podemos desconocer, pero la clave está siempre en sentirnos incompletos; los griegos hablaban del amor eros, del amor ágape y del amor filial, siempre hacia una persona externa: al dador de amor.
Sin embargo, la actualidad ha llevado a apoderarnos de nuevas categorías y dar más protagonismo a un amor narciso, no egoísta, pero sí hacia el ser mismo y sus gustos, intereses, estéticas y formas de entenderse; a partir de las cuales se puede establecer o no vínculos emocionales con las personas que lo rodean.
¿Cómo entienden el amor los estudiantes del Colegio Alcaravanes?
“El amor es una montaña rusa de emociones” dicen los estudiantes del colegio Alcaravanes y tienen razón en tanto es un sentimiento que confronta con las realidades individuales, en relación con el otro, que desde el psicoanálisis nos determina, nos estructura y nos moviliza a ser buenos, malos, humanos… pero también tienen razón en tanto que en el amor confluyen muchas otras emociones primarias que de vez en cuando nos inducen a actuar de acuerdo al sistema de creencias individuales aunque no logremos entender o explicar algunas de esas acciones.
¿Qué visión tienen del amor los padres de familia de la Corporación Educativa Alcaravanes?
Cómo se dijo anteriormente entender el amor implica leerlo desde un ciclo vital que determina la relación con el otro y consigo mismo, así:
Para los padres de familia está íntimamente vinculado “con la crianza como acto de amor” hacia los hijos, y se relaciona con el acompañar sin esperar, con la abnegación y la entrega. Distinto de cómo lo conciben los adolescentes que reconocen en este sentimiento un mundo de problemas, un devenir inexplicable, ininteligible y lo asocian con dolor, angustia, sexo y otras tantas categorías que en sí mismas representa un universo de posibilidades; por eso para ellos el amor es algo que no se puede controlar, ni explicar, ni pasar por la razón, pero se siente “como cuando uno va a un concierto y tiene ganas de gritar muy fuerte”.
Paralelo a esto los niños en sus primeros años de vida reconocen el amor en la persona de sus superhéroes, padres, madres o cuidadores significativos que los acompañan a conocer el mundo y les muestran las maravillas de sentir; la representación de esos primeros acercamientos desde la cercanía, la proximidad, la apertura para la escucha y para el diálogo vienen mediadas por la comprensión y determinan la relación con el otro en etapas posteriores de la vida, la resolución adecuada de conflictos y el trámite que se hace inicialmente de sentimientos primarios permiten consolidar unos dispositivos asertivos de confrontación con las dificultades y es la apertura para construir factores protectores en los niños, niñas, adolescentes y adultos emocionalmente sanos.
¿Qué significa el amor para la comunidad académica del Colegio Alcaravanes?
La comunidad académica (docentes, administrativos y directivos pedagógicos) coincide en que es un acto involuntario que se decide por convicción, con tantas formas de entenderlo como humanos hay, es una esencia humana que se introduce en el lenguaje, en la imagen, en la mirada, en el cuerpo, en las sutilezas de estar con el otro construyendo una historia que no siempre está mediada por lo sexual, sino que trasciende el vínculo y permite a quien lo siente gozar, sufrir, estar…“El amor es una dimensión universal del ser”.
Autor: Apoyos Pedagógicos